Intenciones Junio, 2010

Intenciones del Apostolado de la Oración

Junio, 2010

Desde su concepción, la persona humana está destinada a la bienaventuranza eterna (cfr. CCE 1711)

En ti me apoyaba desde antes de nacer, tú eres mi protector desde las entrañas de mi madre (Sal 71[70],6)

La Iglesia ora unida por las intenciones del Santo Padre

PARA QUE TODAS LAS INSTITUCIONES NACIONALES Y TRANSNACIONALES SE COMPROMETAN A GARANTIZAR EL RESPETO DE LA VIDA HUMANA, DESDE LA CONCEPCIÓN HASTA SU FIN NATURAL.

 (Intención General)

• Que las mujeres que tienen en su vientre un pequeño bebé, lo protejan porque es hijo de Dios.
• Que la gente enferma se ponga en manos de nuestro Padre Dios, confiando en su amor y sabiduría.
• Que los que hacen las leyes tomen conciencia de que fueron elegidos por personas que aman la vida y la respetan.

¡TE LO PEDIMOS A TI, SEÑOR JESÚS, POR TUS LLAGAS QUE NOS SANAN!

"Cuando se invoca el respeto por la dignidad de la persona, es fundamental que sea pleno, total y sin sujeciones, excepto las de reconocer que se está siempre ante una vida humana. (...) De hecho, desde el primer instante, la vida del hombre se caracteriza por ser vida humana y, por esto, siempre portadora de dignidad, en todo lugar y a pesar de todo."

(S.S. Benedicto XVI. Discurso a la asamblea de la Academia pontificia para la vida, 13-febrero-2010)

PARA QUE LAS IGLESIAS DE ASIA, QUE CONSTITUYEN "UN PEQUEÑO REBAÑO" ENTRE LOS PUEBLOS NO CRISTIANOS, SEPAN COMUNICAR EL EVANGELIO Y TESTIMONIAR CON GOZO SU ADHESIÓN A CRISTO.

 (Intención Misional)

 

• Que los católicos de Asia sigan adelante con la misión encomendada por Jesús.
• Que lo hagan con entusiasmo y constancia.
• Que nunca se desanimen, aunque vivan contra corriente.

 ¡TE LO PEDIMOS A TI, ESPÍRITU SANTO, VIENTO QUE IMPULSAS A LA IGLESIA!

"Las comunidades pueden reducirse a una 'pequeña grey'. ¡No hay que desanimarse, queridos hermanos! Miren las primeras comunidades de los discípulos del Señor, las cuales, aun siendo pequeñas, no se encerraban en sí mismas, sino que, impulsadas por el amor de Cristo, no dudaban en socorrer a los pobres y asistir a los enfermos, anunciando y testimoniando a todos con alegría el Evangelio. También hoy, como entonces, el Espíritu Santo es quien guía a la Iglesia."

(S.S. Benedicto XVI. Discurso a los obispos de Asia Central, 02-octubre-2008)